El ejercicio físico es conocido por sus beneficios para el cuerpo, pero también tiene un impacto muy positivo en la salud mental. Movilizar el cuerpo no solo mejora la condición física, sino que también ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, además de aumentar la autoestima y la sensación general de bienestar.
En este artículo exploramos la relación entre el ejercicio y la salud mental, y te damos consejos para aprovechar al máximo esta poderosa conexión

¿Cómo influye el ejercicio en la salud mental?
Cuando haces ejercicio, el cuerpo libera una serie de sustancias químicas llamadas endorfinas y serotonina, conocidas como “hormonas de la felicidad”. Estas sustancias actúan en el cerebro generando sensaciones de placer, bienestar y relajación.
Además, el ejercicio:
- Reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
- Mejora la calidad del sueño, fundamental para la salud mental.
- Aumenta la concentración y la memoria.
- Proporciona una rutina y estructura diaria, lo que puede ser muy beneficioso para personas con ansiedad o depresión.
Beneficios del ejercicio para la salud mental
1. Reducción del estrés y la ansiedad
El movimiento físico ayuda a liberar tensiones acumuladas y regula las emociones, contribuyendo a una mente más tranquila y equilibrada.
2. Mejora del estado de ánimo
La práctica regular de ejercicio aumenta la producción de neurotransmisores que promueven sensaciones positivas y disminuyen la percepción del dolor.
3. Prevención y alivio de la depresión
El ejercicio estimula áreas del cerebro relacionadas con la motivación y la recompensa, mejorando los síntomas depresivos y evitando recaídas.
4. Mayor autoestima y confianza
Lograr metas físicas y sentir el cuerpo en forma fortalece la autoestima y la imagen corporal.
¿Qué tipo de ejercicio es mejor para la salud mental?
No existe un único tipo de ejercicio ideal; lo importante es que sea una actividad que disfrutes y puedas mantener en el tiempo. Algunas opciones recomendadas:
- Ejercicio aeróbico: caminar, correr, nadar, bailar.
- Ejercicios de fuerza: levantamiento de pesas, calistenia.
- Yoga y pilates: combinan movimiento con respiración y relajación.
- Deportes grupales: fomentan la socialización y el sentido de pertenencia.

Consejos para empezar y mantener una rutina de ejercicio
- Comienza con metas pequeñas y realistas.
- Busca actividades que te gusten para mantener la motivación.
- Establece horarios fijos para crear un hábito.
- Acompáñate de amigos o únete a grupos para mayor compromiso.
- Escucha a tu cuerpo y evita el sobreentrenamiento.
Consideraciones finales
El ejercicio físico es una herramienta poderosa para cuidar tu salud mental de forma natural. Incorporar movimiento a tu rutina diaria puede transformar tu vida, mejorar tu bienestar emocional y ayudarte a enfrentar mejor los retos del día a día.